Lic. Kinesiología y Fisiatria UBA M.N. 9955 / Osteópata y Psiconeuroinmunólogo

La vocación de curar y las ganas de estar mejor. De eso se trata una sesión de Osteopatía.

Sesión de OsteopatíaComenzare esta nota definiendo como vocación a la inclinación ante cualquier estado, carrera o profesión. El término proviene del latín, VOCATIO, incluyendo a los sinónimos: «llamado interior» e «inspiración». Por otro lado, casi como un parentesco, a las «ganas» la definimos como aquel deseo o voluntad de llevar a cabo algo o que se suceda determinada cuestión o situación.

Cuando se juntan «las ganas» del paciente y «la vocación» del profesional, estamos mas cerca del éxito. Muchas veces somos los responsables de mejorías notables, pero esto también depende de usted, de las ganas, de su cuerpo y de que se entregue a la mejoría.

Pero si volvemos a la vocación de curar que tenemos los Osteópatas, podemos decir que además de disfrutar de dicha vocación, compartimos instancias que llevan al crecimiento profesional, al participar de grupos de estudio, de ateneos, de congresos, formándonos en docencia y algunos también dando clases para así transmitir los conocimientos adquiridos y la experiencia a los que recién inician la Osteopatía.

En el consultorio, los Osteópatas volcamos todo aquello en lo que fuimos formados e informados y tras el relato del paciente que manifiesta el motivo de su visita, hacemos un diagnostico clínico para finalmente encontrar esas restricciones que no permiten que el flujo de la vida, como Still llamaba a la sangre, llegue a todo el cuerpo y por ese bloqueo se produzca el dolor.

Y es la vocación de curar, el motivo por el cual los Osteópatas damos nuestro tiempo con generosidad, ante el pedido de ayuda del paciente, estableciéndose un compromiso tácito, una actitud de respaldo permanente y diferente según la patologia o dolor manifestado.

Somos afortunados siendo como actores del drama vital, cuando es el dolor que se adueña de la salud de quien nos visita (dolor muchas veces padecido por meses o años), pudiendo intentar su mejoría…y cuando esto ocurre: ¡Qué alegría, que paz interior, que sensación de haber cumplido con éxito nuestra mision! Es el compromiso profundo por lo que hacemos, ese intento de ayudar a que el paciente este mejor, lo que nos acerca a lo mas humano que existe en cada uno de nosotros.

Como complemento a lo natural de la Osteopatía, recomiendo muchas veces practicas que conecten con nuestro interior, como lo es el Yoga, la Meditación, la escritura de un diaManosrio intimo, el poder plasmar en un papel todo aquello que no podemos decir; y continuando con la linea de lo natural recomiendo mucho la medicina Ayurvedica, la cual nos enseña a respetar nuestra nutrición por lo que somos, comiendo lo que nos hace bien según nuestra escencia y la Homeopatía curando y tratando a través de la ley de semejanza, con un remedio único y con dosis mínima.

Me gustaría cerrar esta nota con u n párrafo que leí una vez sobre el contacto que se produce en una sesion:

«Una parte del cuidar también es tocar y son innumerables sus beneficios. Tocamos a otros de muchas maneras, para consolar, calmar, agradecer, comprender, respetar y curar. Es un vehículo insuperable de comunicación, especialmente en el cuidado de los pacientes. No importa si el paciente esta consciente o inconsciente, si es joven o anciano, culto o analfabeto… con simplemente el contacto podemos transmitirle mas amor y comprensión que con mil palabras»

Por este motivo los Osteópatas tenemos una herramienta mágica, La Mano, y con ella un ventaja y poder inimaginable, el tocar.

Saludos !

 

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