Los alimentos contienen miles de sustancias activas (es decir los micronutrientes y sustancias vegetales secundarias). Una sustancia alimenticia por sí sola no proporciona la cantidad activa suficiente para conseguir un efecto deseado. Es precisamente la combinación de alimentos con sustancias activas idénticas y sinergéticas dentro de una receta o un menú, lo que se convierte potencialmente en una medicina y/o se crea una solución con carácter preventivo. La medicina nutricional sólo puede funcionar si la dieta básica es la primera opción terapéutica, y si los suplementos alimenticios y los fitoterapeúticos añadidos influyen en los efectos alimenticios con efectos sinérgicos. Los alimentos en todas sus formas tienen una serie de valores determinados (incluso en el metabolismo energético). El ejercicio tiene a su vez, unos efectos totalmente diferentes. Juntos, la alimentación y el ejercicio forman una de las combinaciones más potentes para el tratamiento de muchas dolencias comunes.
